Ukiyo-e (1ª parte)

Ukiyo-e, Una historia tras unas ilustraciones

Quizás tú, como muchos de los que lean este artículo, al ver estas ilustraciones sabrás que son grabados japoneses (ukiyo-e). Y también habrás intuido que no son originales. Al tenerlos en las manos se aprecia mucho mejor. El tipo de impresión y el papel utilizado son indicios que nos alertan de que son copias. Lo interesante, es lo que esconden estas ilustraciones que tienen más de cincuenta años y una historia que quiere ser contada.

Miembros de la escuela junto al maestro posando y sujetando los grabados japoneses Ukiyo-e.

El otro día mi SenSei 先生, Francisco Royo, repartió en la escuela unas ilustraciones de estilo japonés. Estas ilustraciones como todo lo que proviene de «Paco», como llamamos al maestro cariñosamente, siempre tienen una historia detrás.

La anciana y el calendario

Nos tenemos que remontar a los años 70 (quizás tú, como yo, no habrías nacido todavía). Mi maestro practicaba Karate en un pequeño local del bario de Poble Nou de Barcelona. Faltaba poco para terminar el entrenamiento cuando de repente se abrió la puerta del dojo. Hubo un silencio en la sala y tímidamente se asomó una mujer, esbozo una sonrisa y cruzó el umbral. Era una mujer de estatura baja, delgada y algo encordaba por la edad, pero aun mantenía unos rasgos finos y un semblante que dejaban ver que en su juventud había sido muy hermosa, vestía ropas Japonesas.

Saludó al maestro de karate con una leve inclinación y se dirigió hacia una pared donde había colgado un calendario (en aquellos días ya desactualizado), sacó de un cesto de mimbre, que llevaba colgado del hombro, otro calendario y lo sustituyó.

Ese día, la clase terminó cinco minutos antes. El maestro de Karate dejó a sus alumnos y se dirigió hacia la anciana y se pusieron a hablar distendidamente en lo que creía que era japonés.

Mi maestro, Francisco Royo, tras haber terminado de asearse y vestirse, se dirigió hacia la pared donde había el nuevo calendario y se lo quedó observando un largo rato, maravillado por las nuevas ilustraciones que incluían el calendario de ese año. Absorto en sus pensamientos que emanaban de las ilustraciones, quedó sumido en sus fantasías.

La anciana mujer que ya no tenía mucha vista pero gozaba de una gran intuición y sensibilidad, se dio cuenta del gran interés que había puesto mi maestro en las fotografías y acercándose a él le entregó el antiguo calendario que había sustituido. No hicieron falta palabras, ni un traductor para entender que le estaba obsequiando con un objeto auténtico japonés. Y que para un amante de Japón como es Francisco Royo eso fue algo que recordaría para siempre.

¡Un calendario que viajó del mismo Japón a Barcelona! En un tiempo donde la marca Japón no estaba en la boca de todos. Esto hizo que ese viejo calendario se convirtiera en un objeto exclusivo y codiciado por muchos.

Con los años se recortó la zona que contenía los meses quedando solamente las ilustraciones y esto es lo que nos ha llegado hasta hoy.

Japón un país casi extraño para España en la década de los 70

Tienes que pensar que en la década de los 70, Japón era prácticamente un país extraño para muchos. Y se conocía muy poco sobre su sociedad y cultura. Sí que es verdad, que el movimiento artístico conocido como Japonismo, (acuñado por el periodista  y crítico de arte francés Philippe Burty en un artículo publicado en 1876), dio a conocer este extraordinario país, a través del arte y la pintura de artistas y bohemios que se sintieron atraídos y fascinados por la cultura japonesa. Vieron en Japón una musa.

Para que te hagas una idea. Los japoneses no conocieron la obra de Gaudí hasta mediados de ésta década y fue gracias al arquitecto Kenji Imai, que tras visitar Barcelona y estudiar la obra de Gran Arquitecto Riudomense. Volvió a su país y organizando numerosas conferencias y exposiciones y creó la sociedad Amigos de Gaudí en Japón.

España estaba bajo la represión del régimen dictatorial y las relaciones con los países extranjeros era prácticamente nula.

Solamente se conocía de Japón gracias a los libros donde se mostraban algunas imágenes, que nos mostraban lugares tan diferente al nuestro que rozaba la fantasía e imaginación. De vez en cuando por la televisión se emitía alguna película como los «Los siete samuráis» director Akira Kurosawa o series animadas como «Mazinger»

Sobre las ilustraciones

Pues versa, estas ilustraciones tienen su origen en el Japón de Tokugawa Ieyasu, cuando la capital era un hervidero de personas tras los miles de artesanos y comerciantes que llegaron a Edo para construir lo que seria la nueva capital. Y que solían ocupar su tiempo libre visitando los teatros kabuki.

En particular, estas ilustraciones son llamadas yakusha-e 役者絵 y son un subgénero importante dentro del arte ukiyo-e, donde los artistas capturaban a actores de kabuki en sus roles más destacados.

Detalle de las manos sujetando los grabados japoneses llamados Ukikyo-e

En las estampas «yakusha-e«, los actores de kabuki se representaban en poses dramáticas y vestidos con elaborados trajes y maquillaje característicos de sus personajes teatrales. Estas obras eran muy demandadas por el público japonés de la época y también eran populares como objetos de colección.

Es muestran con definición los tres Ukiyo-e regalados. Hacen ilusión a actores kabuki interpretando a bomberos.

Concretamente estos grabados hacen referencia a una serie de carteles publicitarios de unas obras de teatro, de los cuales cada uno de los carteles hace mención a un actor de kabuki, a veces se producían y se presentaban en forma de trípticos o polípticos, lo que significa que una obra de arte se dividía en tres o más paneles separados que se podían ver juntos como una composición única o por separado. Esta práctica era común en el arte ukiyo-e y se utilizaba para crear una narrativa visual más rica o para representar paisajes panorámicos.

Estas tres ilustraciones, representan a bomberos de la ciudad de Edo (antigua Tōkyō), que era un tema muy recurrente y popular entre los artistas de ukiyo-e. Los bomberos eran vistos por la gente común con una mezcla de admiración y miedo. Por la importancia de su tarea, estaban rodeados de un aura de providencia y, por lo tanto, de impunidad. A menudo eran hombres rudos y muchos ciudadanos incluso pensaban que eran más peligrosos que los incendios que debían apagar.

Los dos primeros grabados forman parte de la serie «El papel floral de Shinmori Edo» 真盛江戸の花役, unos posters publicitarios de una obra teatral y que muestran a actores de Kabuki interpretando a los mejores abanderados de los bomberos de Edo. Fueron realizados por el pintor Toyohara Kunichika (豊原 国周) en 1864 (calendario japonés: 1 de diciembre año de Genji), con la técnica de grabado polícromo sobre madera, tinta y color sobre papel. con un tamaño de impresión 37.3×25.3cm

Los actores Uzaemon Ichimura 市村羽左衛門 (15代目) (primera foto) y Sawamura Tanosuke 沢村田之助 (segunda Foto), son portadores de un matoi (纏), una especie de estandarte que tenía la función tanto de identificar a las brigadas como, colocado en un tejado, de señalar el incendio en el interior o cerca de un edificio. El título de la obra es «Flores de Edo» (江戸の花), el irónico apodo con el que los habitantes de la capital llamaban a los numerosos incendios que «florecían» en su ciudad, construida casi en su totalidad con madera, papel y paja.

La tercera imagen forma parte de una de las varias series de tres carteles que forma el tríptico de la obra de kabuki «Flores de Edo, emoción en la noche» 江戸花夜の賑 四代目中村芝翫「成駒 中むら 芝」. Obra del pintor Utagawa Yoshitsuya ( 歌川芳艶) creada en 1860. Concretamente el cartel que te expongo es del actor Nakamura Shikan IV (四代目中村芝翫). Las inscripciones en los faroles del fondo nos dan pistas sobre la identidad de cada actor.

Aquí te muestro como se vería el ensamblaje de uno de los tríptico «Flores de Edo, emoción en la noche». Delante los actores interpretando a los mejores abanderados de los bomberos, detrás la agitación de la población bajo un cielo de cenizas multicolor. Se presagia una noche larga.

Una secuencia de tres grabados, tríptico ukiyo-e. Donde se puede ver esa continuidad entre las ilustraciones

Los trípticos y polípticos en el Ukiyo-e no solo eran estéticamente atractivos sino también funcionales. Además de brindar una experiencia visual más rica, también eran una forma efectiva de contar historias visuales o representar paisajes expansivos en un formato manejable y portátil. Estas obras eran muy populares en Japón y a menudo se utilizaban como decoración en hogares y como souvenirs para turistas. Las postales eran tan populares que la población comenzó a coleccionarlas.

Que es el Ukiyo-e (浮世絵)

Ya te he comentado más arriba que estas ilustraciones son estampas llamadas yakusha-e 役者絵 y que son un subgénero dentro del arte ukiyo-e. Pero, que es el Ukiyo-e (浮世絵)?

Ukiyo-e es un término japonés que se traduce generalmente como «pintura del mundo flotante» o «imágenes del mundo flotante». Se refiere a un género de arte popular que floreció en Japón durante los siglos XVII al XIX, especialmente durante el período Edo (1603-1868). El término «mundo flotante» se refiere al mundo efímero y transitorio de la vida urbana, la cultura del placer y el entretenimiento que caracterizó esa época.

Las obras de ukiyo-e eran principalmente grabados en madera (xilografía) y posteriormente también impresiones en papel, y retrataban una variedad de temas, incluyendo paisajes, retratos de actores kabuki, cortesanas, escenas de la vida cotidiana, mitología y más. Los artistas de ukiyo-e utilizaban colores vivos y técnicas de grabado detalladas para crear imágenes llamativas y atractivas.

Uno de los artistas de ukiyo-e más famosos es Katsushika Hokusai, conocido por su serie de grabados «Treinta y seis vistas del monte Fuji», que incluye la famosa obra «La gran ola de Kanagawa». Otro artista destacado es Utagawa Hiroshige, conocido por sus impresiones de paisajes.

Imagen del grabado ukiyo-e. La gran ola de Kanagawa de Katsushika Hokusai.
La gran ola de Kanagawa de Katsushika Hokusai – 1833

El ukiyo-e tuvo una influencia significativa en el arte occidental, particularmente en los movimientos impresionistas y postimpresionistas en Europa del siglo XIX. Las obras de ukiyo-e capturaron la atención de artistas como Vincent van Gogh y Claude Monet, quienes incorporaron elementos de estilo y composición de ukiyo-e en sus propias creaciones.


Fuentes y enlaces externos

Os dejo un magnifico blog de Tokiobling. Este artículo muestra un festival que realizan los bomberos en memoria de los caídos. Pincha Asakusa Firefighters – Ceremony

Libro Grabados japoneses de Gabriel Fahr-Becker.

ToMuGo, Museo del colecionismo de Tōkyō. museumcollection.tokyo